Las panteras del Costa del Sol vuelven de Gijón La Calzada con una victoria frente al colista tras un partido anodino sin el aliciente del Atlético Guardés.
El balonmano como todo el deporte de élite, es ciencia. A pesar de que algunos se empeñan en convencernos que se sacaron el título de entrenador para trabajar.
El Porriño se ha comido también una severa derrota frente al líder de la Liga.
Y el Beti Onak ha doblegado a un Elda Prestigio que no termina de emerger.
El balonmano Granollers fiel a su juego ha pasado por encima del Grafometal La Rioja y el Rocasa mirando hacia arriba en la clasificación, estuvo a punto de ganar por un gol a todo un Bera Bera.
Mañana domingo juegan por la mañana Zuazo - Aula de Valladolid en un partido de extremos.
Y un derbi valenciano entre el aspirante barrio de Morvedre y el campeón Attigo Elche.
Me despisté y no vi el partido Rocasa - Bera Bera. Me quedé dormido viendo el Gijón La Calzada - Costa del Sol. Y me tragué varias veces los anuncios pedantes de la televisión galega por estar cambiando de un partido a otro para no aburrirme. Y cuando conecté el partido Granollers - La Rioja ya había acabado.
Mientras duermo mi cerebro trabaja a destajo fabricando la enésima rutina para que mi equipo preferido juegue algún día la Champions League.
Resulta fácil cuando conoces como funciona la Ley de la Relatividad, o cuando sabes de fracciones a pesar de que en el instituto los profesores me suspendían en matemáticas.
Tengo más de treinta títulos básicos y todos me los he sacado sin tener por medio a ningún profesor de instituto o de universidad.
La mayoría me llenaban la pizarra de tonterías donde yo con un simple sumar, rectar, dividir y multiplicar, obtengo la solución.
Por ejemplo, si quieres conocer la capacidad motora de tu equipo tienes que multiplicar.
Sin embargo para conocer la capacidad motora de una jugadora tienes que dividir.
De cada jugadora se debería conocer el largo de su recorrido y la velocidad, porque si no es imposible sacar la ecuación para que el equipo compita en la élite.
Lo peor es que sin la fórmula tampoco se puede conocer el nivel de las rutinas que se entrenan en los días especiales.
El balonmano como todo el deporte de élite, es ciencia. A pesar de que algunos se empeñan en convencernos que se sacaron el título de entrenador para trabajar.
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