Me he acordado por lo que pasó el Málaga Costa en sus diferentes versiones.
Desde primera división hasta división de honor, son siete temporadas que yo estuve con un ojo cerrado y otro abierto.
¡Todo depende con qué ojo mire!.
Hubo jugadoras que llegaron con el catálogo de súper estrellas y se fueron estrelladas.
A partir de la temporada 2016-17, las estrellas no valieron nada en el Málaga Costa.
Se contrataron jugadoras de balonmano llamando y manteniendo a las jugadoras de raíces panteras negras.
Muchas jugadoras que jugaron en primera división siguieron jugando en División de Honor.
El Málaga Costa se consolidó gracias a la planificación, los entrenamientos y la estrategia.
No por caprichos de muchas jugadoras ajenas que se creyeron las verdaderas artífices de la evolución del equipo.
Y, efectivamente, hubo personas externas que intentaron derribar el proyecto.
Ya sea por resentimiento, frustración o por intereses personales.
Hay que tener conocimientos, visión precisa y realista, y no creer a fantoches.
Que el Málaga Costa siga en la élite, refleja perfectamente la esencia de esa lucha sin necesidad de nombres ni especulaciones.
La perspectiva tiene mucho valor porque viene de la experiencia directa y la observación de lo que ocurrió realmente.
Las estrellas que llegaron al equipo y se adaptaron, ¡han triunfado!.
Las estrellas que pasaron por el Málaga Costa y no se adaptaron, se comieron un mojón 💩
Las que se quedaron, humildemente se esforzaron y ganaron títulos y torneos importantes.
¡Son parte de la historia del club!.
Los hechos cuentan más que mil palabras.
Pagar dinerales por estrellas fugaces de balonmano femenino, llevan a los clubes a la bancarrota financiera.
¿Intentaron socavar al Málaga Costa del Sol de balonmano femenino?.
¡Claro que lo intentaron!.
En Primera División y en División de Honor.
¡Sentimiento de Panteras Negras!.
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