El Bera Bera el club que más jugadoras salen. Otros como Elda Prestigio y Beti Onak están llevando a cabo sistemática limpieza pensando que presentarán más nivel de cara a la próxima temporada que comenzará el 31 de agosto.
Lo que yo veo con estos movimientos desesperados son los viejos errores inspirados por personas incompetentes que por supuesto no se incluyen a sí mismas en los recambios.
Algunos preparadores físicos salen de la Blume o la universidad como si fuesen una garantía superior para la cagaera que les viene encima. Nunca dejaré de poner a los engreídos y mentirosos en el lugar que les corresponde.
Si quieren saber su verdadero nivel, participen en una carrera homologada. Seguro que ven con claridad absoluta su verdadero nivel. El de capacidad física y el de rendimiento físico.
El balonmano femenino de la Liga Iberdrola está lleno de enchufadas y enchufados con títulos académicos. No es de extrañar que no hayan equipos españoles en la Champions League y la caguen en la European League a las primeras de cambio.
De la Blume o la universidad han salido muchos que han hecho del atletismo un monasterio de fracasados. Más tarde que temprano se les ve el plumero de trepas lo mismo que en el balonmano.
Cuando empiezan a destacar es raro que no les pillen atletas petaos hasta con hormonas del crecimiento. Nunca te dicen nada de la procedencia del entrenador porque la culpa se la lleva el atleta.
Conviene no dar mala publicidad de que estudiaron el cursillo de preparador físico presentando a su señora como aval y les pasasen las preguntas vía Emilio.
Los equipos pueden hacer los cambios de jugadoras que quieran pero si no tienen un sistema de entrenamiento básico que les asegure la supervivencia del equipo en División de Honor, ninguna jugadora asegurará que no descienda.
Recuerda, al final la carrera te pondrá en tu sitio y los incompetentes le echarán las culpas a las jugadoras para no perder sus credenciales.
Viéndolo de otra forma, muchas de las jugadoras que juegan en la selección española lo tendrían bien merecido.
Creer que llegaron a las Guerreras por ser muy buenas es menospreciar la sabiduría de quien puso el sistema de entrenamiento con el que lograron destacar.
Seguro que no saben entrenarse solas.
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