Pero no se crean. Muchos equipos han hecho grandes cambios de jugadoras en el pasado, y transcurriendo la temporada se desesperaron sin conseguir el avance del juego que esperaban.
Cuando doy opiniones como éstas, recuerdo los años que entrené pensando que superaría a mis rivales de competición. Entrenaba en el antiguo recinto ferial de Teatinos series de 2 kilómetros a un ritmo de 2:45 por kilómetro. Después compitiendo me salían simplemente buenos cronos.
Los chascos que me llevé eran de campeonato. Soy de los que nunca me sentí cómodo entrenando la tabla de entrenamiento de otros. Les faltaba el máximo exponente de la fórmula y la cuadratura.
Un día comprendí que por mucho que tuvieran títulos de entrenador, no tenían conocimientos del exponente de las fórmulas. Ni pasando treinta años lo tuvieron nunca, y por eso yo lo busqué y lo conseguí, aunque al principio me faltaba la cuadratura.
El mismo exponente y cuadratura que le falta al Málaga Costa. Así que por mucho que cambie de jugadoras aparentemente potentes, solo representan un diez por ciento.
Viene a ser lo mismo que le falta al Bera Bera y al Elche. Por eso hay igualdad más o menos, arriba o abajo un punto.
Y contando que la próxima temporada el Rocasa volverá a ser el Rocasa, con el nuevo entrenador que fue ayudante en los mejores tiempos.
El próximo sábado cuidado con el Granollers. Siempre fue un equipo competitivo. Aunque unos años más que otros.
Sus jugadoras corren mucho. En el partido de ida las Panteras estuvieron bloqueadas muchos minutos durante la primera parte frente a su estelar portera.
El Costa no consiguió ganar en Granollers. Quizás algunas jugadoras piensan en marcharse cuanto antes mejor.
Granollers tiene más hambre que el Málaga Costa, que seguramente estará pensando en las musarañas de su paso por la Liga Europea.
Aviso que pensar da mucho dolor de cabeza. Eso pasa por poner la basura reguetón porquería en las previas y los descansos.
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