Desequilibrio brutal de la Selección Española en el Europeo de balonmano femenino

Que nadie se engañe!. Sabíamos que las prestaciones de la Selección son mediocres. Esperábamos el desenlace final en las primeras confrontaciones. Luchar por llegar a la final era pedir demasiado.

Países Bajos no es que esté muy bien tampoco, hacen aguas. Alemania las sorprendió. 

La Selección va por los mismos derroteros con Prades. Su condición física dura el primer tiempo. Una vez se quema por la sucesión de partidos, sus desechos provocan situaciones de impotencia. 

Quedarse completamente a solas frente a la portera holandesa gracias a pases mágicos de Arderius está de moda, pero fallar no.

Otra cosa es tirar a puerta flojito sin definición. Ver golpear el balón en el cuerpo de la arquera hasta tres veces seguidas, es saber con seguridad que el partido se va a perder.

Para colmo, a pocos minutos del final, el entrenador saca a la jugadora que más chupa durante los partidos, estando totalmente agotada.

Parece que no había más jugadoras en el banquillo. Algunas no han jugado ni un solo minuto y tienen la condición física intacta. Pero Prades sabe mucho de esto y saca a la jugadora que está muy cansada de chupar. 

La saca y su cuerpo no le responde. Hace payasadas y provoca tontamente pedidas de balón. En vez de intentar recuperar el balón que ha perdido se queda mirando. No corre, está agotada. Y la Selección no ha perdido gracias a los constantes paradones de Wiggins.

Algunos dicen que la Selección ha estado a punto de ganar. Creo que les hace falta graduarse la vista y el cerebro para ver que las holandesas han estado todo el partido un gol por encima y no al revés.

Sino han ganado las holandesas es porque el motor holandés no está carburando bien. En la Selección no aprovecharon porque la defensa española es un cromo y la portera holandesa una arquera notable.