Creo que la Súper Copa Ibérica trajo consigo los problemas existenciales de algún que otro entrenador de la élite de la Liga Iberdrola.
Como kokólogo diplomado por mi propia Universidad Breez Autodidacta, tengo la amable voluntad de exponer el origen de la crisis existencial a los "pacientes" con problemas existenciales.
Aquí expongo el trayecto de la mayoría de los entrenadores de balonmano femenino:
1) El futuro entrenador de balonmano comienza a practicar en las categorías menores del club.
2) Comienza su andadura ya como monitor entrenando en las categorías inferiores.
3) Acude a la universidad, se licencia y/o obtiene la licencia de primer entrenador.
4) Resumen: Llega a la élite y no tiene experiencia práctica de entrenamiento de alta intensidad, ni ha experimentado ni experimentará personalmente.
5) Si corre una carrera popular ronda por los alrededores del "coche escoba" que recoge a los rezagados con ninguna posibilidad de cumplir el tiempo límite.
6) No sabe ejecutar un ejercicio anaeróbico y en los grandes equipos lo salva un programa estándar que el club le va inculcando al futuro entrenador si llega a ser ayudante del primer entrenador.
7) El programa estándar es propiedad del club. Nunca cambia. Principalmente porque ni los entrenadores ni los preparadores físicos tienen nociones ni conocimiento, y además el club exige su programa porque de otro modo lo expulsan.
Así que el entrenamiento de los entrenadores de balonmano femenino se basa en unos estándares que no son suyos. Esto en los equipos grandes que llevan muchos años en la élite.
Los equipos pequeños casi ninguno tiene un programa estándar válido para competir con los grandes clubes. Esto da a entender que el éxito de los grandes se basa en lo que carecen los pequeños.
Ya tenemos el problema existencial y la crisis resuelta. Ahora queda dilucidar el efecto que la meritocracia provoca en la sociedad. Y por supuesto también en el balonmano femenino, donde los trepas que lo controlan ascienden a los más pelotas que le besan donde haga falta.
Sin embargo la trayectoria de un autodidacta es muy diferente. Se inicia en las categorías inferiores o puede que su presencia e inclusión sea ocasional.
Con el tiempo adquiere independencia y reflexiones preguntándose por qué los programas que le dan para entrenar no funcionan en competición.
Comienza a experimentar en sí mismo. Falla en sus intentos pero va corrigiendo cada vez. Experimenta nuevos formatos y sigue fallando hasta que consigue obtener resultados que con el tiempo se convierten en excelentes y pueden llegar a la perfomance suprema o no.
Después puede ser que el autodidacta también tenga talento y capacidad para versionar rutinas de un programa de un deporte a otro.
Quizás le hayan pagado pero puedo asegurar que la mayoría de las veces lo borran de la trayectoria y su contribución al club al que ha beneficiado con su versión.
Lo siguiente es que con mucho trabajo del cuerpo técnico en ese momento, resulta que un equipo chatarra consigue moverse entre la élite para ganar campeonatos.
A estos que tienen crisis existenciales. Cuánto le habéis pagado al creador de vuestros programas?.
Le habéis preguntado alguna vez al creador de vuestros programas "el nivel del plan de entrenamiento semanal" con el que entrenáis a vuestras jugadoras?.
Os puedo asegurar y demostrar con suma facilidad el nivel del programa que entrenan vuestras jugadoras.
Que vuestras jugadoras participen en una prueba pedestre de running de unos 5 kilómetros y obtendréis la respuesta.
O haced como los truhanes de la RFEBM regalándose entre ellos medallitas y placas con dedicatorias. 😂 😂😂