Lo de ayer fue un partido plano con algunos retazos individuales brillantes y un Guardés que cada vez que tiraba a puerta metía la pelota sin que el relevo de las porteras significase un cambio en la trayectoria del encuentro, y el Málaga Costa siempre fue por debajo en el marcador.
Cuando un equipo juega tan mal, personalmente lo achaco a los sistemas de entrenamiento que está empleando, porque la ejecución de los ejercicios, se valoran por el resultado obtenido en competición.
No vale echarle la culpa a los árbitros. Si no corres, no corres. Si corres teniendo mala condición física, puedes dejar atrás la portería y disparar a la red de escape del campo creyendo que es la portera, sin enterarte.
Así uno sabe la condición física de las jugadoras, valorando también lo que son los ejercicios mediocres merced al resultado que se obtiene con ellos, y de seguir así puede enviar a cualquier equipo a la chatarrería de los supervivientes en descensos.
Recordar que los malos días no vienen solos, que se suman más días hasta que el equipo se queda vacío porque las jugadoras se han hecho viejas.
Buen regalo que se lleva el Atlético Guardés para no caer en la cola con unos cuantos puntos de colchón de su más cercano perseguidor.