Hacía bastante tiempo que el Málaga Costa no alcanzaba los 40 goles en un partido.
Ha sido un gran entrenamiento frente al Dudelange de Luxemburgo, repleto de jugadas cortantes y raras.
Ver a una jugadora como Clabel tirar tres veces seguidas a puerta botando en el suelo, sin colarla, me ha dado qué pensar.
La chica parecía trabada, pero me alegra que en la segunda parte se haya soltado para sumar con sus goles.
He estado mirando en la web la plantilla del Málaga Costa esta temporada y me parece un equipazo.
Bárbara Piñeira puede hacer magia en las panteras más pronto que tarde. Hace falta que las jugadoras se acoplen y cada una tenga clara su misión.
Y el Dudelange es un gran esparring para moldear los objetivos futuros.
Hay que ir subiendo de nivel con muchas carreras al galope, y entrar a matar con certera puntería en la guerra de guerrillas.
No hay ningún equipo en la DHF que atesore tales capacidades.
Suso Gallardo tiene las herramientas que tiene que tener, y no necesita parecerse a ningún otro club.
Cualquier equipo por grande que sea, jugando contra el Málaga Costa, tiene que acusar la presión de que las panteras les metan siete u ocho goles de ventaja, que después les será muy difícil recuperar.
Meter 42 goles a un club como el Dudelange no es gratuito. Las de Luxemburgo no son agresivas, a pesar de que hubo jugadas duras por la inercia del juego.
Elche espera a la vuelta del finde con ese formato de juego paralelo tan característico de las ilicitanas.
Seguramente el domingo se jugará un entrenamiento menor con las jugadoras suplentes, para despedir a las jugadoras rivales.
Espero que el entrenador del Málaga Costa se mentalice de que sus objetivos reales son la Cup y la Copa, y tiene que olvidarse de lo todo lo demás.
Hay un equipo campeón en estas panteras. Hay que soltarlas para que devoren a los equipos rivales.
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