Desde que militaba en el Balonmano La Salud, vengo pensado que la almeriense Rebeca López, que entonces fue máxima goleadora de División de Honor y que ahora juega en el Rocasa Gran Canaria, tendría que estar jugando en el Málaga Costa del Sol, el único equipo andaluz de balonmano femenino en la élite.
El montón de pegas que vengo oyendo sobre Rebeca López, es equivalente al número de jugadoras que han pasado éstas últimas temporadas por el Costa, que han resultado un verdadero fiasco para las aspiraciones del club en la Liga Europea. Algunas que prometían tanto saldrán del club a final de temporada.
En los medios salen las jugadoras diciendo lo bien que han superado al Rocasa y lo bien que lo ha hecho Silvia Arderius, que no me cabe ninguna duda.
Pero si repasamos el partido celebrado en el pabellón de Carranque, las paradas estratosféricas de Lulú Guerra son una muestra de altísimo balonmano, a pesar de la mala temporada del Rocasa Gran Canaria, suficiente para haber sido la mejor jugadora del partido.
Y por si fuera poco, Rebeca López demostró lo gran artillera que es frente a la súper portera Merche Castellanos, que encajó con filosofía los numerosos goles de la almeriense del Rocasa.
La próxima temporada piensen bien en las jugadoras que van a traer al Málaga Costa del Sol. Seguro que son jugadoras que les ponen pocas pegas para poder darles salida.
Pero veo al equipo correr el riesgo de disponer de las mismas jugadoras virtuosas de siempre, cada vez que necesite salir del paso hasta que se hagan viejas, sin que se les haya encontrado sustitutas dignas.
Un ejemplo de no tener sustitutas dignas ha ocurrido durante los partidos ligueros a media semana mezclados con los partidos de European League los fines de semana, teniendo en el banquillo o lesionadas jugadoras que no iban a rendir.