Había un caos de jugadoras probando que me acordé de la derrota frente al Guardés con la misma tónica caótica.
Suso Gallardo volvió a poner a Silvia Arderius y Estela Doiro, pero ninguna daba mano con bola.
Las diablesas tiraban fuerte y cortaban por donde querían, desbaratando el juego fanfarrón de las panteras.
El Costa sobreviviendo gracias a las individualidades, porque en lo de pasarse el balón con acierto y con arrastre, parecía una fantasía.
Así toda la primera parte.
En la segunda parte Estela Doiro se escoraba más buscando las costillas a las rivales, pero su acierto era nulo.
Suso Gallardo había vuelto a colocar por enésima vez a Arderius y Doiro.
Entonces empezaron a moverse diferente y comenzaron a fluir los ataques de guerrillas que a mi me gustan, pero escoradas hacia la derecha.
Cuando se escoraban hacia la izquierda, el ataque se perdía en los fallos sistémicos de la nada absoluta.
No creo que se dé cuenta pero no le digáis nada.
En cuanto Silvia Arderius y Estela Doiro se dieron cuenta que les faltaba acierto, empezaron a pasar el balón con magia y las saguntinas ni lo olían.
Empezaron a soltar lastre y el Málaga puso distancia de por medio. Los mordiscos de sus compañeras hacían papilla a las rivales.
¿Dónde estaba el balón?. En el quinto ovario 🤣🤪
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