El balonmano, como los demás deportes, es un deudor de los sistemas de entrenamiento atléticos (series, intervalos, ritmos cardíacos, circuitos, Fartlek).
El primer atleta en la Historia en cultivarse para el deporte, (no fumar, no beber, etcétera) fue el corredor Paavo Nurmi, el "Finlandés volador", que ganó doce medallas olímpicas.
Empezó a hacer pesas y todo tipo de saltos como complemento para tonificar la musculatura, lo que le valió pasar a la leyenda en los anales del Siglo XX.
Mantener unos músculos tonificados mejora el rendimiento. Una tabla semanal tiene que contener un programa de fortalecimiento muscular para desarrollar la potencia.
El principal ejercicio específico en balonmano es correr. En una competición se implican muchos grupos musculares que si no están preparados, no responderán correctamente.
Que los músculos no respondan correctamente provocará que el equipo rule por la cancha desequilibrado y pesado.
La falta de un programa idóneo para tonificar y fortalecer la musculatura tiene el riesgo de que cualquier esfuerzo provoque lesiones.
Para entrenar la fuerza muscular en tiempos de competición es preferible aplicar mucha intensidad en un corto periodo de tiempo.
De esta manera se aumenta la consistencia y no el volumen porque en balonmano hay que trabajar la resistencia muscular y no tanto la fuerza.
Ejemplo: (15 repeticiones al 50% de la capacidad entre 4 - 5 series).
Es conveniente realizar las pesas una vez por semana como punto final de una jornada de entrenamiento aeróbico para afrontar los ejercicios de fortalecimiento a pleno rendimiento como un ejercicio de tonificación muscular y estiramiento.
Combinarlos requiere que el entrenamiento aeróbico del día sea suave.
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