Decir que el último partido de la jornada entre el Málaga Costa del Sol y Rocasa Gran Canaria me ha dejado de un zombi mental que no soy capaz de aclarar con las imágenes que salen en la tele.
Dos jugadoras del Rocasa expulsadas. Me cuentan que la primera por tirar a puerta cuando el árbitro ya había pitado el pasivo y no ha dejado sacar al Málaga Costa. Y la otra jugadora por protestar.
Sin embargo unos cuantos bots por redes sociales recriminan la aptitud de los árbitros llamando robo descarado la expulsión de las jugadoras del Rocasa Gran Canaria cuando se ha visto claramente a lo largo del partido que en ocasiones han actuado con dureza desproporcionada para detener las incursiones de las malagueñas sin recibir penalizaciones.
Sobre el partido decir que los dos equipos han sobrevivido gracias a jugadas individuales. Las paradas de la portera Guerra han carcomido al Málaga Costa durante la primera parte y en el último cuarto de hora de la segunda parte Virginia ha desbaratado verdaderos obuses a bocajarro de las canarias.
Lo evidente es que los dos equipos tienen a sus jugadoras en unas condiciones físicas lamentables. Los grandes equipos se rigen por el equilibrio físico entre sus jugadoras. Así que me temo que el sábado se hará patente la condición física del Málaga Costa durante su partido con el Granollers, clasificado tras derrotar a un correoso Sporting la Rioja.
El Atlético Guardés lleva la vitola de favorito tras ganar su partido contra el Gijón que duró veinte minutos y jugó toda la segunda parte a la deriva siguiendo la estela de las gallegas siendo goleadas.
El partido de Bera Bera contra Elche solo tuvo un color. La máquina donostiarra les pasó por encima y presenta sus credenciales como favoritas para llegar a la final y ser campeonas en el Martín Carpena de la Copa de la Reina 2023.
Se ve que en el Bera Bera me han hecho caso y han ido a comer churros con chocolate en Barbarelius. No se entiende que les sobre fuerzas y carrera para despuntar en este singular torneo del Kao y del Cacao con harina refrita.
Lo cierto es que sigo incrédulo lo que ha pasado en el partido entre el Málaga Costa del Sol y el Rocasa Gran Canaria. Los últimos treinta segundos han sido una horrible pesadilla que me gustaría aclarar volviendo a ver para dar mi opinión de lo sucedido.
Al Málaga lo vi claramente eliminado a pesar que durante todo el partido rompía la distancia de un Rocasa incapaz de despegarse de las malagueñas y sus continuos errores. El desgaste de la persecución terminó por comerse también al equipo canario.
Mañana puede pasar que cualquier equipo que gane en semifinales quede quemado para la final.
De momento favorito para ganar la Copa de la Reina el Bera Bera.
Las paradas de Virginia Fernández, portera del Málaga Costa del Sol, impidieron que el Rocasa cogiera distancia. Y los goles de Arderius en la prórroga desarbolaron al equipo canario.
Observación comparando el vídeo y una foto de un aficionado: la jugadora del Rocasa expulsada, tira a puerta cuatro segundos después de que el árbitro pitase pasivo. Incurre en penalización por hacer caso omiso al pitido largo del árbitro. La otra expulsión fue por protestar. (Fotografía del pitido largo diez segundos antes del disparo).