Montenegro les ganó de pleno con unos pocos minutos de alto balonmano.
Las feroesas no mostraron cansarse sino tener un ritmo candente, a veces frenético, pero la falta de acierto dice mucho sobre su nivel.
La portera montenegrina tuvo su día y lo paró casi todo.
Sin embargo las Guerreras siguen con su centrismo, el de siempre.
A alguien se le olvidó limpiar la selección en profundidad.
El mismo ritmo, las mismas cosas y el mismo aburrimiento.
La selección española tiene un grupo de jugadoras que juegan un balonmano concentrado.
En cuanto se cansa la reina, las laterales se cansan de cansarse.
En la mayor parte de los partidos no existen los arrastres.
Abusan de las penetraciones impulsivas y terminan por ser jugadoras de división de honor plata.
Las extremos no existen.
La mayoría del tiempo del partido, el centrismo de ciertas jugadoras, confunde y desactiva a las demás.
La confusión generalizada provoca importantes errores.
España está al nivel de la Korea que perdió ayer por goleada frente a Noruega.
La misma que sufrieron las Guerreras en la Posten2025.
Se ve a la legua que el presidente de la federación española, no sabe un piojo de rendimiento.
Ser seleccionador español malo malísimo está premiado.
Si pone un chucho de seleccionador, lo mismo gana el Mundial.
Con España hasta las Islas Feroces se pueden dar un banquete o al menos ponerlas en evidencia.
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