Cinco minutos han tardado las helenas en perder el control del partido para sufrir la goleada.
Los mismos que he tardado en apagar la tele.
En este post os voy a contar por qué llamo Diabólico a un entrenamiento de balonmano raíz.
Es un entrenamiento raíz porque es la base de otros entrenamientos de mucho mayor nivel.
Como atleta a mí siempre me ha gustado diseñar ejercicios que lleven mi capacidad por encima de mis límites personales.
Es así porque, al menos durante un par de días de un plan de entrenamiento semanal, hay que alcanzar el cien por cien de la capacidad orgánica para obtener una condición física superior.
Ya está dicho todo.
Si pones a una persona a dar vueltas por 40x20m, cualquiera lo puede hacer porque todos sabemos correr aeróbico, genéticamente estamos entrenados para ello.
Así que los ejercicios aeróbicos que se hacen en cualquier deporte incluido el balonmano, perpetúan la condición física estándar.
Que un plan de entrenamiento semanal lleve ejercicios de bajo perfil cuyos parámetros alcanzan como mucho el 80% de la capacidad, prepara a las jugadoras para los anaeróbicos, que rondan entre el 85% y 100%.
Muchos se lo toman a la ligera pero se trata de una fórmula mágica que no está al alcance de cualquiera por mucho que lean la fórmula.
El objetivo no es solamente alcanzar la máxima velocidad sino mantenerse en ella durante el tiempo más prolongado posible.
(Velocidad x Tiempo)
A tener en cuenta que la técnica no trata de correr a alta velocidad para desfallecer por completo durante un tiempo de esfuerzo prolongado.
Por ello existen los intervalos:
- intervalos de esfuerzo
- y intervalos de recuperación.
Los intervalos de esfuerzo: nos permite no desfallecer totalmente durante el esfuerzo a alta velocidad que estamos capacitados durante un tiempo prolongado medido.
La clave es el intervalo de esfuerzo de recuperación, donde el sistema orgánico vuelve a respirar, tras un tiempo de esfuerzo prolongado.
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