Me da mucha pena lo de la boxeadora italiana Angela Carini. Un hombre que dice ser una mujer le ha pegado una buena hostia, ha sangrado y decidió abandonar. Todo en solo 45 segundos.
Lo bueno es que tiene un entrenador que ha entendido perfectamente lo que pasaba. No ha puesto ningún pero a la extrema decisión de la mujer.
Sin embargo en el balonmano femenino español, gente que no le interesa para nada el triunfo femenino, ha socavado hasta el extremo del ridículo el futuro de las Guerreras. Encima se resisten a irse para no perder lo que cobran.
El próximo partido contra Francia van a ir todos a la cumbre del Himalaya a cascar nueces. Dicen que allí son bastante gordas y alimentan que da gusto.
Mientras los escaladores federativos balonmaniacos van a seguir trepando con su ignorancia. Bien colocados en sus sillones les importar un mojón lo que pase en el balonmano femenino. El ridículo les es ventajoso.
España pasa a Cuartos pero de los cuatro que se marchan a casita. Sin ganar ni un solo partido de los cinco de estas Olimpiadas.
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