De nada le sirvió a Joaquín Rocamora
diseñar un equipo tan ultradefensivo frente al gran acierto de las canarias.
En la primera parte al Elche se le veía correr con muy poco acierto frente a la portería de Lulú, al punto de que el marcador abultaba un 1-6 a los 18 minutos y al final de la primera parte
4-11.
La segunda parte no cambió para nada la trayectoria del Elche en el Esperanza Lag, el control del juego lo ejercía Carlos Herrera de forma militar.
El dibujo de las ilicitanas era un coladero para que Rodríguez vapuleara agresiva Ella defensa del Elche abriendo huecos por los laterales.
La sorpresa salta a la palestra con un duro correctivo para el Atticgo Elche.
No recuerdo haber visto nunca al Elche perder por diez goles.
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