BM Granollers vs Málaga Costa, la experimentación del ritmo europeo de competición

Ha tenido que pasar más de un día para que mis reflexiones se transformen en un artículo de balonmano femenino sobre lo que estoy observando en la primera fase de la Liga entre los equipos en liza por arriba y por abajo de la clasificación.

Observo cambios que no sé si llegarán a materializarse. También está cambiando la mentalidad de los equipos para ser más competitivos. Están los que han comenzado abajo y a falta de siete jornadas se han venido arriba, y los equipos que sabiendo que van a caer van dando mucha guerra aunque pierdan. 

El partido del Granollers frente al Málaga Costa fue como correr un maratón. Las jugadoras vallesanas llevaron una velocidad trepidante durante la primera y segunda parte, unos 45 minutos, a ritmo europeo. 

Pocos serán los que entiendan lo que voy a decir porque este tipo de información la desarrollamos pocas personas. Los más altos ritmos cardíacos y la más alta intensidad no están en manos de titulados sino en la cabeza de autodidactas, que es de donde chupan los doctores.

Que las chicas del Granollers cayeran en el cansancio que provoca una pájara colectiva tras la alta intensidad demostrada, y fueran perdiendo terreno tras desarbolar con tiros magistrales a las jugadoras del Málaga Costa, tiene sentido en que el deporte también se rige de ecuaciones y fórmulas físicas de capacidad orgánica de las que casi nunca hablo. 

Si no sabes lo que es la capacidad orgánica es porque nunca has probado, ni investigado ni experimentado. El partido del Granollers vs Málaga Costa fue una experimentación en toda regla por parte del entrenador Robert Cuesta y las jugadoras. Solo les falta conocer la fórmula básica sobre la capacidad orgánica para romper los partidos.

La desesperación que tanto hizo correr a las jugadoras del Granollers también provocó la pájara. El cansancio que deja es querer y no poder porque el cuerpo no funciona correctamente y la acumulación de ácido láctico es grande. Se sucedieron los errores técnicos y fue perdiendo terreno. 

El Málaga estuvo a un gol de haber ganado el partido en los segundos finales pero también erró y al final las jugadoras vallesanas pudieron sumar un punto en persecución del Guardés, que ganó in extremis y se ha colocado a cuatro puntos.

Visto lo visto, quedan seis partidos para el final de la primera fase. Si las jugadoras del Granollers siguen jugando como contra el Málaga, dudo mucho que otros equipos puedan aguantar su ritmo frenético. Espero que no haya sido una ilusión. Ahí lo dejo.